La Tumba de Drácula: Primer acercamiento y alabanzas desmedidas (1 de 14)


«Gracias a Stan Lee por una colección verdaderamente satánica».

Así definía estos cómics del Drácula de Marvel Comics el sacerdote satanista L. Dale Seago en The Tomb of Dracula #25 (1974), después de explicar en una extensa carta cómo la evolución del personaje principal seguía paso a paso el camino espiritual de su doctrina.


La colección a la que se refería es posiblemente una de las más mejores colecciones publicadas por Marvel en toda su historia. Fue consecuencia de una breve moda del género de terror que había empezado cuatro años antes  y la única de su grupo que sobrevivió a esta moda. Fue un capricho de los editores Stan Lee y Roy Thomas, que querían publicar una colección con este personaje sin tener ni idea sobre su argumuento a largo plazo. Y fue especialmente un reto para sus autores.

En La tumba de Drácula podemos encontrar la osadía juvenil de un guionista primerizo que no tenía nada que perder pero sí mucho que demostrar. A cada número, Marv Wolfman se atrevía a explorar diferentes formas de narrar y diferentes géneros. Hay aventura y terror, evidentemente, pero también veremos ciencia ficción, humor, romanticismo, novela negra… e incluso podríamos considerar a Drácula un «superhéroe» en unos pocos números. Se trata de un conjunto de registros muy heterogéneo para una colección que, sin embargo, hay que leer como una novela-río, una trama que avanza imparable hasta desembocar en un poderoso desenlace. Una completa rareza dentro de la producción de Marvel Comics.


A la desvergüenza de Wolfman se le unió la experiencia y la elegancia de la pareja formada por Gene Colan y Tom Palmer. Decía Wolfman que era incapaz de imaginar esta colección dibujada por otras personas y lo cierto es que hicieron un trabajo irrepetible. Gene Colan no era un dibujante perfecto (en lo gráfico o lo narrativo), pero resultaba realmente hábil a la hora de realizar ilustraciones tenebrosas, un experto en el dominio de las sombras, la sensualidad y el erotismo, la ambientación y la acción. Su diseño de los rostros de los personajes se alejaba de los arquetípicos bustos académicos del resto de dibujantes y además se preocupaba por jugar con la composición de la página, huyendo de las clásicas viñetas rectangulares. Palmer, por su parte, supo potenciar el dibujo de Colan, añadirle detalle y matices, sin traicionar su complicado dibujo a lápiz.

El esfuerzo conjunto de estos tres autores consiguió que esta colección llegara a superar incluso la estabilidad artística de Fantastic Four, al unir a su equipo completo (guionista/dibujante/entintador) durante diez números más que Lee, Jack Kirby y Joe Sinnot con la Primera Familia. La comparación no es gratuita, ya que los lectores equiparaban la calidad del trabajo de Wolfman y Colan con el realizado por Lee y Kirby con los Cuatro Fantásticos, o el de Roy Thomas y sus dibujantes con Conan. Yo no sabría decir hasta qué punto ha envejecido esta colección, pero diría que muy pocas colecciones de Marvel desde entonces han sido capaces de hacerle sombra.




1. PRIMER ACERCAMIENTO Y ALABANZAS DESMEDIDAS
2. EL ADOLESCENTE QUE CREÓ LOS PRIMEROS CÓMICS DE TERROR DE MARVEL
3. GENE COLAN TIENE QUE IMITAR A MARLON BRANDO PARA DIBUJAR A DRÁCULA
4. DRÁCULA TOMA EL SOL A LA LUZ DE LA LUNA
5. WOLFMAN SE VA DE DC POR CREAR UN SUPERHÉROE NEGRO
6. COLLETA SE CHIVA A STAN LEE DE LA BRONCA QUE LE HA ECHADO WOLFMAN
7. LUCHA A MUERTE CONTRA EL MEGALÓMANO CEREBRO COMUNISTA
8. DOS ESCRITORES DE NOVELAS DE VAMPIROS LE SALVAN LA VIDA A DRÁCULA
9. EL HIJO DE DRÁCULA ES UN SUPERHÉROE
10. GENE COLAN ABANDONA LA TUMBA… VARIAS VECES
11. LARGA NO-VIDA Y PROSPERIDAD
12. MUTANTES, MAGIA, LOS AÑOS 90, CENSURA Y CASTILLOS EN LA LUNA
13. EL ANIME DE DRÁCULA Y WOLFMAN A JUICIO POR BLADE

Comentarios