La Tumba de Drácula: El hijo de Drácula es un superhéroe (9 de 14)


Con The Tomb of Dracula #45 (1976) comienza el tramo que considero más apasionante de la colección. Drácula se hace pasar por el mismísimo Diablo ante el culto satánico liderado por Anton Lupenski, que le ofrece a Domini como esposa. Como consecuencia de este matrimonio, nace un bebé que iba a ser bautizado con el nombre que decidiesen los lectores mediante un concurso que comenzó en The Tomb of Dracula #50 (1976). En realidad ninguna de las propuestas convenció a Marv Wolfman (algunas de éstas fueron Delphi, Melvin, Furd, Harry, Jesús, Adam, Judas, Marvin, Mihnea, Mars, Nicholas, Abraham, Caesar, Adrian, Viktor, Adana, Vladon, Tyrone, «El Hombre de Vlad»…), pero finalmente escogió a Paul Kriksciun como ganador por el nombre «Gideon», que utilizó para el protagonista del The Tomb of Dracula #57 (1977). En esta secta diabólica surgirán intrigas y luchas de poder entre Drácula y Lupenski por el liderazgo del culto, un conflicto que acabó teniendo consecuencias dramáticas.

El ganador del concurso recibió este dibujo como premio.

El The Tomb of Dracula #50, por cierto, fue uno de los cómics de Drácula más extravagantes. No importaba que desde el primer número la mayoría de los lectores se opusiesen a que en esta colección apareciese algún superhéroe. Wolfman decidió enfrentar a Drácula contra nada menos que el cósmico Estela Plateada, heraldo de Galactus, el devorador de planetas. En cierto modo el cruce tiene sentido porque Estela Plateada es un representante puro del bien cuyo principal villano es precisamente un demonio, Mefisto. Fuese correcta o no su aparición, lo interesante es que de este modo se consiguió atraer y enganchar a un gran número de nuevos lectores que no conocían esta colección y que quedaron impresionados con su calidad.

Estela Plateada contra Drácula, como nadie se lo hubiese esperado.

El nacimiento de Janus, que es como acabó llamándose el hijo de Drácula y Domini, tiene lugar en Nochebuena dentro de un establo. El paralelismo acaba en un trepidante número en el que este bebé es convertido por el mismísimo Dios en un superhéroe luminoso con la misión de matar a su padre. La trama deja a los lectores con el corazón en un puño al ver pasar a Drácula de la satisfacción de formar una familia a la desesperación y la rabia por perder un hijo. El nombre de este personaje tiene cierto parecido con el de Jesús y es además el nombre del dios romano de las dos caras, la dualidad de los opuestos. Este significado cuadra con cómo Janus nace como un descendiente del mal en su máximo exponente para ser transformado después en un emisario del bien.

Drácula contra otro ser luminoso, Janus.

Por otro lado, llegó por fin el encuentro entre Hannibal King y Blade, que luchan juntos contra el vampiro que había convertido su vida en un infierno, Deacon Frost. Los personajes pasan de la inicial y previsible desconfianza mutua a una amistad inquebrantable durante la lucha contra el vampiro «del pelo blanco peinado hacia atrás y los ojos infernales», que es capaz de clonar un ejército de duplicados malignos, doppelgangers, de la pareja perseguidora.


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