La Tumba de Drácula: El anime de Drácula y Wolfman a juicio por Blade (13 de 14)


La colección desarrollada por Marv Wolfman y Gene Colan fue adaptada parcialmente en una película producida para televisión en 1980 por la compañía japonesa Toei (Dragon Ball, Los caballeros del Zodiaco, Sailor Moon…) dentro de un contrato de licencia con Marvel Comics que le permitió a cada empresa hacer lo que creyese conveniente con los personajes de la contraria. En este contexto, Toei produjo también el Spiderman japonés, o Supaidaman (1978-1979), y Battle Fever J (1979-1980), una «versión» del Capitán América.


El Spiderman japonés y la Tumba de Drácula.

La cinta fue estrenada en Estados Unidos unos años depués con el título Sovereign of the Damned (1983), es decir, El Señor de los Condenados, y en España en 1984. No recibió precisamente buenas críticas. La trama adapta con bastante libertad el último tramo de la colección, The Tomb of Dracula #45-70 (1976-1979), de manera muy apresurada, a veces ingenuamente y en otras de forma casi surrealista (hay expertos en artes marciales, por ejemplo). Un detalle que molestó fue que los nombres de los personajes estuviesen cambiados: Quincy por Hans, el perro Santo por Elijah, etcétera. Lo que más me llama la atención es que esta adaptación escapase de la censura original de los cómics mostrando sangre e insinuando desnudos sin ningún tipo de complejo, lo cual seguramente afectó a su distribución en Estados Unidos. A pesar de sus errores globales, que son bastantes, la película consigue sus escasos mejores momentos cuando imita el dibujo de Colan y se sigue al pie de la letra el argumento original.


De todos modos me imagino que en Marvel no se ofenderían mucho por esta adaptación porque Toei fue la empresa encargada de animar el capítulo piloto de Pryde of the X-Men (1989).

Mencioné en un artículo anterior que Blade fue trasladado al cine de la mano de la productora New Line Cinema. La película estaba dirigida por el difícilmente reivindicable Stephen Norrington sobre el guion de David S. Goyer y en general tuvo una acogida más que aceptable. Blade (1998) no sólo consiguió 70 millones de dólares en Estados Unidos sino otros 130 a nivel mundial. En esta cinta Wesley Snipes interpretó el papel más recordado de su carrera, mientras que en el resto del reparto se encontraban Kris Kristofferson como Whistler, Stephen Dorff como Deacon Frost y el cameo de la ex-actriz porno Traci Lords.


Lo cierto es que el personaje era bastante diferente del que conocían los lectores hasta ese momento. De pronto se trataba de una persona taciturna y con dificultades para relacionarse y que contaba con la ayuda de un maestro llamado Whistler. Perdió su nacionalidad británica, su reciente estética rockera se llevó al extremo y se le añadió la necesidad de tomar un suero para saciar una sed de sangre creada para la ocasión. Por primera vez se le conocía además con el seudónimo de El que ha Visto el Sol («daywalker» en la versión original), ya que ahora se trataba de un medio-vampiro. Sus estacas de madera tampoco debieron de convencer, porque fueron sustituidas por otras de plata y una katana.

Realmente la primera aparición de esta versión heavy del cazavampiros tuvo lugar tres años antes en la serie de animación Spider-Man: the animated series (1994-1998). Blade perseguía a un estudiante universitario, Michael Morbius, transformado genéticamente en un chupasangre al que Spiderman y el Castigador trataban de capturar. Un detalle curioso: en aquella ocasión, Whistler fue doblado por el actor Malcom McDowel, el protagonista de La naranja mecánica (1971).

Blade, Whistler y Spiderman en los dibujos animados de 1995.

¿Quién creó a Whistler y a esta nueva versión de Blade? John Semper (productor ejecutivo y principal guionista de esta serie animada) los reivindica como obra suya: «No se estaba produciendo ninguna película de Blade en aquel momento (…) No podría haber habido una película de Blade si yo no lo hubiese utilizado en la serie y hubiese llamado eficazmente la atención de Avi [Arad]». Por su parte, David S. Goyer defiende que el Blade que se vio en la serie de dibujos se basaba en su guion y que fue él el que creó a Whistler. Personalmente me inclino más por la versión de Goyer porque su personalidad me encaja mejor con esta reinterpretación.

Por otra parte, tanto Marv Wolfman como Gene Colan recibieron únicamente crédito en la película como creadores del personaje, pero ninguna compensación económica (hay casos peores, como el de Gerry Conway, ignorado en las tres adaptaciones de Punisher). Wolfman denunció a Marvel, a New Line y a la juguetera Toy Biz y les pidió 35 millones de dólares por la apropiación de los derechos de autor de Blade, Deacon Frost y otros personajes más, pero el juicio fue retrasado varias veces hasta el año 2000 debido a que Marvel se encontraba todavía en bancarrota. El guionista reclamaba que había creado a este cazavampiros antes de entrar en Marvel (como ya vimos) y que en no había firmado ningún contrato de cesión de su propiedad. Jim Shooter (que había tenido un enfrentamiento con Wolfman) testificó en contra del creador de Bullseye y la Gata Negra y recordó que en todos los cheques para colaboradores externos de la editorial se incluía el siguiente texto: «Todos los trabajos del beneficiario son y deben ser considerados trabajos realizados por encargo, propiedad de Marvel Entertainment Group Incorporated».

Según el veredicto final del juez, el uso que Marvel había hecho de estos personajes había sido suficientemente diferente de la concepción inicial del guionista como para protegerlos de su reclamación y por tanto no se trataba de una situación similar a la de Jerry Siegel y Joe Shuster con la creación de Superman. En palabras del juez Roderick McKelvie, «la corte mantiene que los personajes que Wolfman creó mientras estaba empleado en Marvel fueron realizados a instancias y a cuenta de Marvel y son, por tanto, trabajos hechos por encargo». Desde que terminó el juicio y según ha comentado este guionista, en Marvel tienen prohibido darle cualquier tipo de trabajo a Marv Wolfman.



Otros ejemplos de guionistas que intentaron recuperar o cobrar derechos de autor por su trabajo mediante un juicio y fracasaron son Steve Gerber por Howard el Pato en 1981, los herederos de Jack Kirby por los personajes de éste (Capitán América, Thor, X-Men, Vengadores, etcétera) en 2010 y Gary Friedrich por el Motorista Fantasma 2011.

Más allá de este juicio y volviendo a la primera película de Blade, su éxito de taquilla animó a Marvel a ceder más licencias para el cine que al poco tiempo consiguieron sacar a la empresa de la quiebra. La primera de estas cintas fue la mucho más que correcta X-Men (2000) de Bryan Singer, a la que le siguieron Spider-Man (2002), Hulk (2003), Daredevil (2003), etcétera.

Por otro lado, Marvel decidió aprovechar la popularidad televisiva y cinematográfica del semivampiro-cazavampiros para publicar nuevos cómics. Al mismo tiempo que su aparición en los dibujos animados de Spiderman, se inauguró la colección Blade: the vampire hunter (1994-1995), que se canceló a los diez números, mientras que con la película se sucedieron una colección de diferentes miniseries. De los cómics de esta etapa destacó especialmente el Peter Parker: Spider-Man #8 (1999), en el que Morbius convirtió finalmente a Blade en el medio-vampiro popularizado por el cine.

Una de las portadas del Blade de 1995.

Con el juicio por los derechos de Blade resuelto, la secuela de la primera película no se hizo esperar. De nuevo el guion fue responsabilidad de Goyer, mientras que la dirección recayó en Guillermo del Toro. A pesar de eso a Blade II (2002) yo le encuentro los mismos defectos y virtudes que a la primera entrega.

Un caso totalmente aparte es Blade III: Trinity (2004), escrita y dirigida esta vez por David S. Goyer en solitario. A los acostumbrados Wesley Snipes y Kris Kristofferson se les unió Jessica Biel como Abigail Whistler, Ryan Reynolds como Hannibal King y Dominic Purcell como Drácula, además de la aparición del luchador de wrestling Triple H como un vampiro musculado. Esta vez la adaptación de los cómics de The Tomb of Dracula iba a ser más evidente (de hecho se puede ver la portada del The Tomb of Dracula #55 en una escena) con la aparición de Hannibal King y Rachel Van Helsing. Sin embargo, debido al estreno de Van Helsing (2004), Goyer decidió cambiar a Rachel por la hija del mentor de Blade. La idea de que los vampiros cultivasen humanos recuerda a otro cómic de Wolfman y Colan, The curse of Dracula (1998), publicado por Dark Horse Comics y que ya mencioné en otro artículo. El resultado final de la cinta es muy olvidable.


Por último, se ha producido también una serie de televisión, Blade: the series (2006), con actores reales (Sticky Fingaz en el papel de Blade), que fue cancelada a los doce capítulos, y una serie de animación, Blade (2011), de doce capítulos.



Comentarios