Cómo hacer un tebeo, según Jan: las escarolitrópico gmnésicas lecciones del creador de Superlópez



En La gran superproducción nos enseñó las tripas de la industria del cine. En Cachabolik Blues Rock aprendimos algo de la industria musical. Pero hubo que esperar todavía unos años hasta que el Jan de Superlópez y Pulgarcito se atreviese a explicar Cómo se hace un cómic.


En las revistas de Superlópez existió durante un tiempo, entre 1988 y 1989, una sección realmente interesante: Las cosas de Jan. El mismo título ya daba a entender que esas dos páginas contenían un batiburrillo inclasificable. Jan podía una semana contar anécdotas personales como a la siguiente analizar el cómic que estaba dibujando, recogía un reportaje fotográfico del lugar en el que lo estaba ambientando o incluso reivindicaba a algún dibujante olvidado. Había un tema que sí aparecía con regularidad: unas lecciones de cómic en las que enseñaba cómo narrar de una forma fluida, el coloreado, los materiales… Más de veinticinco años después, estos artículos me siguen pareciendo muy útiles.


Dejando a un lado los aspectos en los que se han quedado desactualizados (todo lo que tiene que ver con ordenadores, que no es poco), lo importante es que con esta sección Jan se convertía en uno de los pocos autores que abría la puerta de su estudio a los lectores. Se dirigía al público que quería algo más que leer historietas, que se preguntaba por el proceso creativo y técnico que había detrás de todo aquello: un vistazo a los trucos y secretos de la industria adornados con un amable cinismo con el que intentaba eliminar el posible glamour de su profesión.



La sección llegó a su final por el motivo más ramplón: la revista Superlópez fue cancelada en 1990 por bajas ventas. Pero prácticamente al mismo tiempo la ahora desaparecida empresa catalana Editorial Onda encargó al autor la creación de un pequeño librito didáctico para niños de cuarenta páginas titulado Com es fa un còmic en el que él y su pareja, la escritora Maria Dolors Alibés, repasaban los diferentes aspectos de la creación de un tebeo. En 1990 se editó en castellano con el título Cómo se hace un cómic.

Aprendiendo del cine, la literatura y el teatro


Actualmente está algo olvidado, pero Los lenguajes del cómic (1993), del italiano Daniele Barbieri, fue en su momento un acercamiento originalísimo a la naturaleza de este medio. Influido por los estudios de semiología de Umberto Eco, Barbieri explicaba desde la primera página sus puntos de partida: los lenguajes no son instrumentos, sino ambientes, y no se encuentran aislados los unos de los otros. Con estas dos proposiciones empezaba una serie de comparaciones entre el cómic y otros lenguajes (literatura, cine, teatro, poesía, música, pintura…) a partir de las cuales analizaba las características que definen al cómic, más allá de la combinación de imágenes y texto.


De algún modo Jan y Alibés ya habían llegado a una conclusión similar unos años antes, porque Cómo se hace un cómic tiene una estructura que parece calcada. A partir de la comparación entre cine e historieta explicaban los tipos de planos y el diseño de la página. Con el arte gráfico entraban en la composición, la perspectiva, el color y la iluminación. A partir de la literatura venía la escritura de diálogos y las onomatopeyas, y con el teatro hablaban de la gestualidad y el movimiento.


El tomo se cerraba con cinco páginas en las que Jan explicaba su proceso creativo en aquellos años: la escritura del guion, la documentación, los bocetos, el dibujo definitivo y finalmente el color. Las fotos siguen siendo fascinantes aunque, de nuevo, el hecho de que en ningún momento se haga mención a la informática ha dejado a este libro convertido en una reliquia. Esa fue la pega por la que Joan Navarro, editor de Glénat y EDT, no llegó a reeditarlo hace unos años.



En realidad, ¿es tan importante que un libro sobre cómo hacer cómics siga vigente en todos sus aspectos? No parece una queja que nadie tenga sobre El cómic y el arte secuencial (1985) de Will Eisner o sobre Entender el cómic (1993) de Scott McCloud. Incluso How to draw comics the Marvel way (1978), el libro en el que John Buscema (Estela Plateada, Conan…) recopiló con la ayuda de Stan Lee sus lecciones sobre cómics, sigue reeditándose año tras año en Estados Unidos. Tal vez Cómo se hace un cómic habría merecido al menos una reedición en todos estos años para poder colocarlo en la estantería junto al trabajo de estos otros maestros —nunca mejor dicho— del cómic.

Comentarios