El Pasapalabra de los cómics

Un cómic por cada letra. No necesariamente los mejores o más representativos de algo, sino los que más conectan conmigo.

Con la A: Animal Man de Grant Morrison. Me encanta lo sencillito que es, parece muy amateur. Tiene mensaje político y metafísico, tiene monstruos gigantes y viajes en el tiempo, y miles de personajes de 2ª fila de DC, y toda la etapa parece planificada, es coherente.

Con la B: Balas perdidas. Serie negra sin moralejas, historias cortas desordenadas que acaban formando un gran esquema cuando has leído muchas. Como Amor a quemarropa, pero con locuras.

Con la C: Camino a la perdición. Vine por la película y me pareció mejor el cómic.

Con la D: Dr. Slump. Para ser un cómic para niños con un humor (digamos) blanco, es un locura, el caos, la velocidad. Me sorprendió.

Con la E: España, una, grande y libre. Cómics de compromiso político y de calidad. Muy conectado con el contexto de la Transición, pero aguanta el paso del tiempo.

Con la F: La familia Addams. En realidad es una selección de chistes de Charles Addams con la ¿docena? de chistes de esta familia de monstruos. Humor negro del bestia, muy cuidado, muy elegante.

Con la G: La gran superproducción. Un cómic atípico, una parodia de un superhéroe, pero esta vez no está metido en una aventura con villanos y demás. El personaje al que le toca ser artista.

Con la H: La hermandad de la Biblia Perry. Lo que me reí con esto no fue ni medio normal.

Con la I: Ideas negras. El Franquin más extraño, humor negro y depresivo, y un dibujo muy a juego. (Aparte, la edición de Dolmen incluía una entrevista ¿con permiso de reproducción? en la que Franquin tiraba por el suelo cada una de sus páginas sin piedad).

Con la J: Jimmy Corrigan. Yo he llorado con esto.

Contiene la K: La última cacería de Kraven. Una rareza dentro de los cómics de Spiderman, se aleja de lo que debería ser el personaje, pero telita la venganza de un noble que añora su época de privilegios.

Con la L: El lobo solitario y su cachorro. Este fue El manga que me quitó los prejuicios del manga… y ya había leído bastante de Tezuka.

Con la M: Maus. Si te parece una elección obvia, espera al cómic de la letra W…

Pero sinceramente, me gusta mucho:

1. Por la idea de contar una historia como esta, sobre el holocausto y la relación con su padre, usando monigotes y animales parlantes. Sin excesos ni ostentación en el dibujo. Bravo.
2. Por la densidad de conceptos por página. No sobra nada, todo es información contada de forma breve, sin desperdiciar el papel con viñetas inmensas o escenas en las que no se cuenta nada. No hay relleno para ocupar más páginas.
3. Por la honestidad. No me gusta cuando un autor se presenta a sí mismo en un cómic y (como mucho) se caricaturiza como torpón o bobo pero con buen fondo. Aquí Spiegelman saca a la luz también lo peor de sí mismo, no es un vehículo de lucimiento personal. Lo conecto con Satrapi en Persépolis admitiendo que denunció a una persona inocente a la policía. Bravo. Dice mucho a favor de ti que admitas tus errores en una historia autobiográfica.

Con la N: No me dejes nunca. Me encanta Jason, quiero tener en mi estantería todo lo que publique. Aquí unos dibujantes de cómic imaginarios llegan a la conclusión de que su única forma de ganarse la vida es el crimen.

Contiene la Ñ: Batman: año uno. Confieso que no me gustó en la primera lectura, pero ahora me parece perfecto.

Con la O: Ocurrió cerca de tu casa. Se habla poquísimo de lo genial que es como humorista Carlos Areces. A ver si sacan algún día el recopilatorio completo…

Con la P: Planetary. Un cómic moderno de superhéroes. Me quedo con un detalle superficial: es la demostración de que se podrían hacer cómics mucho más espectaculares.

Con la Q: El quinto Beatle. No me esperaba que algo tan específico, que parece la obra de un fan, fuese mucho más.

Con la R: Roco Vargas. He hecho trampa diciendo un personaje en vez de un cómic, pero es que La estrella lejana es una pequeña maravilla.

Con la S: Silvio José. Durante mucho tiempo era lo primero que leía de El Jueves.

Con la T: La tumba de Drácula. Para mi gusto, está entre los cinco mejores cómics de la historia de Marvel.

Con la U: Ultimate Spiderman. Los primeros números se publicaron y los fui leyendo justo cuando tenía la misma edad que el personaje. Lo vivía completamente.

Con la V: V de vendetta. Esos que se quejan de que meter mujeres y negros en los cómics de Marvel es «agendita», seguro que son fans de este que es un panfleto político, propaganda descarada. Aparte, es una respuesta a quien diga que los temas políticos en ficción tienen que tratarse con ecuanimidad para entender las dos posturas enfrentadas. Pues no, punto.

Con la W: Watchmen. Lo único malo de este cómic son los pesados que quieren obligarte a que lo leas. Y los pesados de «Este cómic tiene 30 años, desde entonces se han publicado cosas mejores, dejemos de hablar tanto de él». Imagino que también dicen que ya está bien de hablar del Quijote, la Odisea y Hamlet.

Contiene la X: Arma-X. Había que elegir uno de mutantes, y además de gustarme me parece divertido que en su conjunto toda esta historia sea un grandísimo error de continuidad.

Con la Y: Y, el último hombre. De mis historias apocalípticas favoritas, mi serie de Vertigo favorita, el cómic de Vaughan que más me gusta.

Contiene la Z: La cizaña. La colección de Astérix es una de las cosas más inteligentes que uno se puede echar a la cara y este sería uno de los mejores ejemplos.