Steve Ditko y la creación del Duende Verde


La primera aparición del Duende Verde tuvo lugar en The Amazing Spider-Man #14 (1964). El villano era un hombre misterioso que había estado trabajando durante mucho tiempo en un traje, una máscara y armamento diverso para derrotar a Spiderman y después crear un sindicato del crimen. Con ese objetivo había conseguido convencer a un productor de Hollywood para que contratase como actores al trepamuros, a los Forzadores y a él mismo para rodar una película en Nuevo México. Después, durante el rodaje, los cuatro villanos intentarían vencer a Spiderman en una pelea. La primera pregunta sería: ¿por qué irse tan lejos y organizar una película falsa cuando al final todo se resume en una pelea de puñetazos que podría haber tenido lugar en Nueva York?

The Amazing Spider-Man #14.

Hay un par de detalles curiosos que se pueden comentar de este cómic. Para empezar, la primera frase en público del Duende Verde es una metedura de pata de Stan Lee: «Ya estoy listo para daros órdenes a los cuatro». ¿Por qué el Duende Verde no ve que sólo hay tres Forzadores en la habitación?

«¡Ahora estoy preparado para daros órdenes a vosotros cuatro!».

Por otro lado, el productor de la película propone a Tony Curtis o a alguno de los Beatles para el papel de Spiderman.

Si cogieron a Samuel L. Jackson para Nick Furia…

Lo ás interesante es que esta historia podría haberse publicado con otro argumento muy diferente. Un comentario de Steve Ditko publicado en Starlog Movie Magic Presents Spider-Man & Other Comics Heroes (2002) explica el proceso por el pasó el argumento inicial: «La sinopsis de Stan [Lee] para el Duende Verde tenía un equipo de cine, en unos exteriores, que encontraba un sarcófago de aspecto egipcio. Dentro había un antiguo demonio mitológico, el Duende Verde. Naturalmente, volvía a la vida. Sin consultarle cambié el demonio mitológico por un villano humano».

Esto es interesante por dos motivos: primero porque confirma que a estas alturas Stan Lee todavía hacía sinopsis habladas o escritas para este dibujante (Ditko empezó a trabajar en solitario a partir de The Amazing Spider-Man #18, 1964); segundo, porque según esto el villano sería creación de Ditko.

Steve Ditko.

En el mismo texto Ditko comenta que tuvo entonces que pensar en quién era ese personaje: su trabajo, cómo encajaba en el mundo de Spiderman… Según otro artículo, en The Comics de 2009, decidió que su identidad secreta fuese la de uno de los personajes asociados a Jonah Jameson que acabaría ganándose poco a poco un papel principal. Esta revelación tuvo lugar finalmente en el The Amazing Spider-Man #39 (1966) y fue justo la que tenía en mente el dibujante… aunque nunca se la hubiese comentado a Stan Lee. Quien se encontraba bajo la máscara estaba Norman Osborn, el padre de Harry Osborn, un compañero de universidad con el que Peter Parker no se llevaba especialmente bien.


«Ésta es la verdadera cara del Duende Verde… ¡La cara de Norman Osborn!».

John Romita decidió resolver esta trama de esta manera después de repasar los últimos números de la serie: Norman era un secundario de fondo desde el The Amazing Spider-Man #23 (1965), pero en los The Amazing Spider-Man #37 y #38 había pasado a primer plano como un empresario intrigante que usaba máscaras y engaños, que contrataba criminales e incluso era capaz de matar para que Spiderman no descubriese sus secretos.

Norman Osborn en el The Amazing Spider-Man #23.

Lo cierto es que nadie tenía ni idea de lo que Ditko tenía pensado para el villano. Como con la creación del Duende Verde, Ditko y Stan Lee veían de manera totalmente diferente al personaje. Si en algún momento Lee quería que la serie fuese realista, ya lo había olvidado y ahora insistía en argumentos más aventureros en los que Spiderman tuviese más relevancia. Por su parte, Ditko quería costumbrismo y que las tramas se apoyasen en la vida personal de Peter Parker.

Stan Lee.

Las discusiones de Steve Ditko más serias sin embargo no fueron con Stan Lee, sino con el editor de Marvel, Martin Goodman. Éste, a medida que las ventas de Spiderman aumentaban, criticaba más y más el trabajo de Ditko: quería que Peter Parker dejase de parecer tan serio y que se añadiese romance y chicas guapas a las tramas. Quería menos reflexiones morales y más acción. Por otro lado, Steve Ditko empezó a darse cuenta de que tenía derecho a un porcentaje de las ganancias que Marvel estaba consiguiendo con la venta de merchandising a partir de su trabajo. El editor, por supuesto, no estaba dispuesto a tener un trato justo con él.

Martin Goodman.

Cuando la situación se volvió insostenible, Stan Lee y Ditko dejaron de hablarse. Steve Ditko le tenía que entregar a Sol Brodsky, el encargado de producción, las páginas con sus propios argumentos y dibujos, con anotaciones en los márgenes para que Stan Lee simplemente rellenase los bocadillos a su gusto. Parece ser que el propio Stan Lee era quien rehuía el contacto, ya que no quería discutir con Ditko. La serie vendía muy bien y prefería que el dibujante no dejase la editorial por ningún motivo. Todos en la redacción sabían que justo cuando Ditko se pasaba por la oficina para entregar su trabajo Stan Lee desaparecía inexplicablemente. En ese sentido es curioso que ahora Stan Lee insistiese en las entrevistas en que no sabía por qué Ditko dejó la editorial y que acusase al dibujante de que él fue quien dejó de hablarle en primer lugar.

Esta falta de comunicación es evidente en los cómics. En el The Amazing Spider-Man #30 (1965), Stan Lee escribió que la banda del Planeador Maestro pertenecía al solitario asaltador de casas el Gato Ladrón, un error que admitió en el correo de los lectores.

La banda del Planeador Maestro se equivoca al mencionar a su jefe.

Toda esta molesta situación acabó con Steve Ditko dejando Marvel para regresar a la editorial Charlton, donde sabía que cobraría mucho menos pero tendría la libertad creativa que quería.

Desde entonces Stan Lee ha estado difundiendo la versión de que Ditko dejó Marvel porque discutieron sobre la identidad del Duende Verde. Ha sido recientemente, en el documental de la BBC In search of Steve Ditko (Jonathan Ross, 2007), cuando el artista le ha reprochado públicamente que haya mantenido esa falsa versión durante tantos años. Lo dicho, el editor y el dibujante llevaban meses sin cruzar ninguna palabra, por lo que era imposible que discutiesen sobre cualquier aspecto de la serie. De paso, Ditko también negó que fuese él quien dejó de hablar con Stan Lee, sino que confirmó la versión de que era el editor quien le evitaba.

Un ejemplo de la narrativa de Ditko (fuente).

La versión que estuvo dando Stan Lee sobre el misterio del Duende Verde era que él quería que fuese un secundario de la serie, mientras que Ditko prefería repetir otra vez la trama del personaje misterioso cuya identidad es la de un desconocido (se vio con Electro, el Amo del Crimen o el Saqueador en los números anteriores). Lo interesante es que precisamente el papel de desconocido lo cumple perfectamente Norman Osborn, un secundario que acababa de salir de la nada y que era completamente anónimo. John Romita por su parte justificaba la elección de Norman Osborn como la obvia, vistos los tejemanejes que se llevaba entre manos en los dos anteriores cómics al de la revelación.

«Si esto fuese una película me quedaría boquiabierto y luego diría “¡Santo cielo! ¡El mayordomo!” Pero no había visto a este tío nunca antes».

«¡Seguro que no ganaría premios de belleza! ¡Pero no le había visto en mi vida!».


Norman Osborn es es un asesino y se disfraza para contratar asesinos a sueldo.

Diecisiete años después, en 1983, Roger Stern y John Romita Jr. crearon al Duende, un personaje que repetía el esquema del Duende Verde de Ditko: un villano con una identidad secreta que mantendría en vilo a los lectores. El único autor que conocía esa identidad, Roger Stern, también dejó los cómics de Spiderman sin desvelarla y le toco a otro equipo creativo explicar quién se encontraba bajo las mallas. La diferencia es que esta vez la respuesta era también previsible, pero no la que tenía Stern en mente.

«¡… El Duende!»


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