Spiderman y ‘Saturday night live’: John Belushi es un marvelita


No sabría decir cómo ha sido la presencia de humoristas en los cómics de superhéores más allá de los breves cameos y las referencias. Puedo recordar algunos ejemplos aislados en los que se les ha dado más importancia, como los crossovers de la colección de comic-books de Jerry Lewis con Superman y Batman, o la aparición del humorista de insult comedy Don Rickles en los Jimmy Olsen #139 (1971) y #141, pero realmente no sé si hay más casos parecidos al Marvel Team-Up #74 (1978), en el que Spiderman cuenta con la ayuda del reparto completo de Saturday night live para derrotar al villano de ese número.


«¡Fiesta de disfraces, y un cuerno! He descubierto la identidad secreta de Superman! Es… ¡Jerry Lewis!»; «¿Quien… yo? ¡Vaya m-momento para hacer c-cumplidos!».

«¡Hola, tíos! ¡No tendréis que esperar mucho para la lámpara de ratos ultravioletas! ¡Termino en un segundo!».


A Marvel Team-Up (1972-1985) se la puede considerar una colección de comic books mediocre. Se encontraba encerrada dentro de un limbo de irrelevancia en términos de continuidad, en el que ni podía contradecir al resto de colecciones de superhéroes ni podía hacer avanzar a Spiderman. En muchos casos contenía historias sosas narradas de una manera sosa entre las que se intercalaban algunas entregas aisladas muy interesantes.

Por su parte, Saturday Night Live es un late show grabado en directo creado en 1975 por el productor Lorne Michaels. En los primeros años los actores eran conocidos como los Not Ready for Prime-Time Players (la Compañía No Apta para las Horas de Máxima Audiencia), entre los que se encontraban los humoristas Dan Aykroyd, John Belushi, Jane Curtin, Garrett Morris, Bill Murray, Laraine Newman y Gilda Radner.


Los actores reunidos.

El programa empezaba con un sketch que culminaba con el saludo «Live from New York, it’s Saturday Night!» («¡En directo, desde Nueva York, es sábado por la noche!»). A continuación se presentaban a los actores y a una celebridad y una banda o cantante invitados, tras lo cual el famoso interpretaba un monólogo de humor. Comenzaba después una colección de sketches que era interrumpida a la mitad del programa por un momento musical del grupo o cantante. Finalmente todos los actores y los invitados mencionados despedían el programa.

La idea de cruzar los caminos de Spiderman y los actores de SNL vino en 1978 del guionista más conocido de la Marvel Comics de los 70, Chris Claremont. Se lo propuso al editor de la colección Marvel Team-Up, Bob Hall, y juntos fueron a pedirle permiso al editor-jefe de Marvel, Jim Shooter, que les dio vía libre.

Hall y Claremont fueron por tanto los encargados de contactar con Lorne Michaelis y lograr un acuerdo para realizar el cómic. Asistieron juntos a algunos ensayos, pero parece que los actores estaban demasiado ocupados como para atenderles. Los que sí hablaron con ellos durante un rato largo fueron los abogados de la cadena, que mostraban más preocupación por que el logo de la NBC apareciese correctamente dibujado que por el porcentaje de protagonismo de cada actor. Ninguno entendió esta insistencia hasta que se enteraron de que la cadena Nebraska ETV utilizaba exactamente el mismo logo pero con diferentes colores.

«En directo, desde Nueva York…».

El mismo Bob Hall se encargó del dibujo, lo que fue una decisión con sus aciertos y sus errores. Por un lado conocía bien cómo funcionaba un escenario detrás de los decorados, ya que estaba trabajando en una obra de teatro que había co escrito, The passion of Dracula (1978), que estaba siendo interpretada esos días en Broadway. Esto le ayudaba con la ambientación de este cómic, pero también le quitó mucho tiempo para concentrarse en el dibujo. Otra dificultad fue conseguir documentación, ya que lo único que obtuvo de NBC fueron las típicas fotos oficiales en blanco y negro de las caras de los actores de SNL. Hall tampoco entendió la referencia que Claremont había hecho a Statler y Waldorf, que aparecen al principio del cómic, los teleñecos que representan a dos viejos que se sientan en un palco e interrumpen a los actores, por lo que los dibujó de espaldas y en las sombras para salir del apuro (se les ve en la esquina inferior de la imagen anterior). Bob Hall ha confesado que, en su papel de editor, debería haberse despedido a sí mismo como dibujante.

Del entintado y el color se encargó alguien mucho más solvente, Marie Severin, una mujer con mucha mano para el humor, las parodias y las caricaturas.

«¿Esos disfraces son realmente necesarios?», «Es una excelente pregunta viniendo de un tipo como tú, Spidey».

Finalmente, el número se convirtió en un pequeño éxito. Incluso hoy en día es una pequeña rareza, ya que en algunas reediciones de la colección ha habido problemas legales para reeditarlo.

La trama del cómic es realmente sencilla: por un error del cartero, John Belushi recibe un anillo mágico que el Samurai de Plata le quiere arrebatar durante la grabación de un programa al que asisten Peter Parker y Mary Jane. Peter detecta que hay problemas, por lo que se disfraza de Spiderman y junto al equipo de actores consiguen acorralar al villano, que desaparece nada más ponerse el anillo de Belushi, que es un anillo teletransportador.

En el cómic aparecen el productor Lorne Michaels, John Belushi disfrazado como Samurai Futaba (un personaje recurrente del programa), Laraine Newman disfrazada de Miss Marvel, Garrett Morris con un traje de Thor (un actor negro disfrazado de dios nórdico, el chiste es facilón), Dan Aykroyd como Perro Loco Mulcahy, el loco coronel asesino de Crimea, además de Bill Murray, Jane Curtin y Gilda Radner. Stan Lee y Rick Jones (el cantautor y sidekick de Hulk) fueron el famoso y el músico invitados.

John Belushi como Samurai Futaba.

Duelo de samuráis.

Si el dibujante no era el más indicado para el número, se podría decir algo similar del guion de Chris Claremont. El esquema del cómic sigue la estructura del programa, pero Claremont no consigue en ningún momento convencer como humorista. El breve monólogo de Stan Lee no produce apenas una sonrisa mientras que la trama superheroica tampoco consigue convencer y está mal resuelta. Por unas cosas o por otras este cómic se queda en una rareza que no consigue destacar.


Poco después de que este número fuese puesto a la venta, John Belushi se presentó en las oficinas de Marvel muy contento por cómo había quedado el cómic. Quería conocer a los dibujantes de Marvel, por lo que Jim Shooter y Chris Claremont le hicieron una visita guiada por la editorial. Belushi les aseguró que era un gran fan de los cómics de Marvel y lo demostró de sobras cuando, en la pared donde estaban colgadas las portadas actuales de cada colección, fue capaz de describir el argumento de cada cómic. Se podía decir que el actor estaba más emocionado por estar en esas oficinas que Shooter, Claremont y el resto de la plantilla por conocerle a él.


Después de una charla muy animada, Belushi invitó a los que hubiesen trabajado en el Marvel Team-Up #74 a ir a la fiesta del estreno de la película Desmadre a la americana (1978) en la que era el protagonista. Allí se fueron Claremont, Hall y Shooter, que pasaron una hora junto a los actores de SNL en la que John Belushi compartió un porro con Bob Hall. Shooter acabó tan contento con el encuentro que suscribió de por vida a todas las colecciones de Marvel a John Belushi, un honor que hasta el momento solamente disfrutaba el escritor de ciencia ficción Harlan Ellison. Desgraciadamente, Belushi murió en Los Ángeles unos pocos años después por culpa de una inyección de heroína y cocaína.

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