[Entrevista] Francisco Pérez Navarro: “En la peli de Superlópez iban a colocar una secuencia post-créditos presentando al Supergrupo”



La editorial Ominiky ha anunciado la publicación en abril del álbum Las 8 caras del Supergrupo, y al mismo tiempo se ha confirmado que Jan no volverá a dibujar más álbumes con los superhéroes de Pérez Navarro. En CANINO hemos querido saber más sobre estas dos noticias y por eso nos hemos puesto en contacto con Pérez Navarro para repasar también la trayectoria de la parodia de superhéroes más divertida de este país.


Todo empieza en Bruguera. La editorial se había especializado en los cómics de humor que ridiculizaban las instituciones y los géneros de ficción: si Zipi y Zape se reían de la familia tradicional idealizada, Mortadelo y Filemón ponían en solfa las historias de espías. Llegado el momento, el Superlópez de Jan, con la ayuda de Efepé, sería el personaje con el que el cómic español se fijaría en los iconos del cómic americano, los superhéroes. Y tras Superlópez, poco después llegaría el Supergrupo.

La idea de darle estos compañeros a la supermedianía surgió de Francisco Pérez Navarro (o Efepé, o el Pérez), que con el tiempo llegaría a ser traductor, articulista y encargado del correo de los lectores en Fórum, la editorial que dio el empujón definitivo a Marvel en España, y que también sería uno de los socios-propietarios de la editorial Dolmen. Y destaco sólo esto porque es lo que más relación tiene con su conocimiento con el cómic de superhéroes, pero también ha sido guionista de La odisea (1981) con Martí Sauri, La familia Rovellón (1988) y Total Hero (1991) con Jordi Sempere, Mentat (1997) con Javier Pulido, los cómics de Dungeon & Dragons (1985), y traductor de cómics de todo tipo.

La vida editorial del Supergrupo ha sido corta pero ajetreada. La última noticia es que volverán a protagonizar un álbum en solitario, Las 8 caras del Supergrupo, que saldrá a la venta en abril y será publicado por Ominiky. Estará formado por ocho historias enfocadas en las especialidades de cada dibujante: «He procurado, como siempre intento hacer, hablar con ellos, saber sus gustos y adaptarme a sus puntos fuertes», explica Pérez Navarro. «En el de Óscar sale su personaje Solo; en el de Sempere salen los personajes que hicimos en Total Hero; Pere Tocayo, especialista en dibujar chicas, tiene oportunidad de lucirse en lo suyo, etcétera, etcétera.»

Las gallinas que entran por las que salen: tenemos nuevo álbum, pero Jan ha convencido a Ediciones B para no tener que volver a dibujar más álbumes del Supergrupo.

Los ocho autores principales de la antología son Jan, Oscar Martín, Pedro Pérez, Nacho Fernandez, Leo Castellani, Bea Tormo (Triz), Mike Bonales y Jordi Sempere. Algunos de ellos ya se podían adivinar viendo sus redes sociales, pero todavía quedan por desvelar otros dibujantes que colaborarán con varias ilustraciones. «Uno de ellos tuvo la buena/mala idea de incluir a Superlópez en la ilustración, y Ediciones B la vetó tajantemente. ¡Ya me dirás qué daño puede hacerles que aparezca por ahí en una ilustración, pero no ha habido manera! Lo siento por el dibujante, Enrique Fernandez, que se tomó la molestia de hacer la ilustración.» ¿Y de la cubierta quién se encarga? «Te adjunto la portada, a ver qué te parece… y a riesgo de que Óscar me pegue la bronca porque no le he pedido permiso. ¡Shhh, que no se entere nadie!»

Canino se ha puesto en contacto con el guionista Francisco Pérez Navarro para aprovechar la ocasión y repasar los orígenes del Supergrupo, desde aquel Mortadelo Especial N.º 64 de 1979 en el que Superlópez conocía al Capitán Hispania, Bruto, la Chica Increíble, Latas y el Mago…

Si todos los que han pegado alguna vez a Superlópez fuesen miembros del Supergrupo (como dice él mismo en esta viñeta del álbum El Supergrupo), entonces tendrían que buscarse tres bases secretas más…

PABLO VICENTE (PV): El Superlópez que habíais desarrollado en el primer álbum de la colección tenía bastantes secundarios (el jefe, Jaime, Luisa…), y aún así para los dos siguientes álbumes creasteis nuevos, es decir, al Supergrupo. ¿Un único superhéroe era poco para un fan marvelita como tú? ¿Qué te animó a crear estos personajes?

FRANCISCO PÉREZ NAVARRO (FPN): No es que un solo superhéroe fuera «poco». Digamos que me había planteado cada teórico «álbum» con argumentos muy distintos –recuerdo que Bruguera era ajena a eso, para ella eran historias completas de ocho páginas, un truco que explotábamos algunos, como Andreu Martín y yo–. En principio, las historias del Supergrupo sólo iban a componer un álbum, pero nos liamos y la cosa se alargó a dos, cerrando el ciclo. En el tercero no iban a salir, ya que quería dedicar cada «capítulo» de ocho páginas a una fuente energética distinta.

Y, evidentemente, lo que me animó a «crear» los personajes del Supergrupo, fue parodiar el mundillo de los superhéroes… como fan marvelita que dices que soy. Sí, lo soy, pero eso no quiere decir que no sea también fan de otros supers, sean de la editorial que sean. Lo que pasa es que los quince años de Forum pesan.

Como se ve en El Supergrupo, a veces la democracia no es ni siquiera el sistema menos malo.

PV: Algo que me ha ido sorprendiendo con el tiempo es que dentro de las primeras aventuras de Superlópez que escribiste había muchísimas referencias a los cómics de Marvel. Dejando a un lado que cada personaje es una parodia de un superhéroe Marvel (el Capitán América, la Cosa, Miss Marvel…), tenemos por ejemplo que la sala de entrenamiento del Supergrupo era una parodia de la Sala de Peligro de la Mansión X, que el Gladiador Galáctico hace la misma amenaza que Mongu al gigante esmeralda en The Incredible Hulk #4 (1963), o que la votación para elegir al jefe del Supergrupo recuerda al Fantastic Four #23 (1964). ¿Querías que los lectores viesen estos guiños, o no creías que fuese necesario entenderlos?

FPN: Esperaba que no fuera necesario ser un seguidor marvelita para que las historias divirtiesen al personal. Si además cogía los guiños, mejor que mejor. Con la invasión actual de superhéroes sería mucho más fácil.

PV: Muchos colaboradores de Bruguera de aquellos años se han quejado de la presión que recibían desde la editorial. ¿Era difícil cumplir con los plazos de entrega?

FPN: No era especialmente difícil. No puedo hablar por los demás, pero a mí me encargaban más o menos las páginas que sabían que podía hacer o que yo me había comprometido a hacer –ya no me acuerdo bien, de eso hace más de cuarenta años–. Más o menos hacía unas 25 páginas a la semana, contando con que siempre había una historia de Mortadelo y Filemón o un policíaco, que eran ambos de 8 páginas. Las presiones venían por otros lados. Pero, repito, hablo por mí únicamente.

En aquellos años la colaboración entre Efepé y Jan no se reducía a Superlópez. Juntos habían desarrollado también otros cómics como Las aventuras de Pasolargo (1979) y Nosotros, los catalanes (1978), las revistas infantiles Cole-cole (1975), Buenos días (1979) y Yo seré (1979), y también las adaptaciones no oficiales al cómic de Heidi y Marco que publicó Bruguera.


Sin embargo, este equipo creativo se separó en 1979. Siempre ha habido una sensación de que esta ruptura y el final del Supergrupo estaban relacionados. Por ejemplo, Jan explicó en 2001 en la revista Dolmen lo siguiente: «Navarro tenía una visión más de superhéroes, de los que era bastante conocedor, cosa que para comenzar a ganar lectores era bastante acertado. Sin embargo, hubiera acabado harto».

PV: Después de tres álbumes colaborando, Jan decidió dejar de dibujar al Supergrupo y trabajar en solitario con Superlópez a partir de Los alienígenas (1980). ¿Qué motivos le llevaron a tomar esas dos decisiones?

FPN: Lo he comentado muchas veces. Fueron motivos personales y económicos que no me parece correcto pormenorizar. Primero prescindió de Cris [Brunet], la colorista, y luego de mí.

PV: He dicho que Jan dejó de dibujar al Supergrupo, pero en realidad los recuperó para un cameo en el álbum La semana más larga (1981). ¿Te ha supuesto algún problema esa breve aparición?

FPN: ¿Problema? No, ninguno. Es más, no me enteré hasta que salió el álbum, y no me importó.

El primer superretorno, en La semana más larga.

PV: En una conferencia has explicado que cuando dejaste de colaborar con Jan, quedaron dos guiones tuyos todavía pendientes… y que Jan acabó dibujando. Te estoy preguntando de memoria, no sé si es más o menos así. ¿Qué guiones eran?

FPN: No es exactamente así. Evidentemente, cuando hago un guión y lo entrego, mientras se dibuja tengo tiempo para hacer otro… o para redactar una idea, una sinopsis, un argumento –como quieras llamarlo– del siguiente. Entonces, sí que hubo tres o cuatro ideas, más o menos esbozadas, más o menos pormenorizadas, que le había pasado a Jan para que opinara y eligiera el orden. Y alguna de ellas sí la desarrolló a su manera. Seguro que un experto en Jan –y en mí… si lo hay– puede deducirlo fácilmente.

PV: Se ha hablado muy poco sobre la situación en la que quedasteis los colaboradores de Bruguera cuando la empresa quebró. Por lo que sé, Ibáñez (Mortadelo) y Víctor Mora (el Capitán Trueno) fueron los primeros en luchar por la propiedad de los personajes que habían creado en la editorial. He leído que Josep Escobar, Raf y algunos más también lo intentaron. ¿Cómo se te ocurrió a ti registrar la propiedad del Supergrupo? ¿Tuviste alguna dificultad?

FPN: Como he dicho antes, el Supergrupo sólo iba a aparecer en un álbum, que luego fueron dos. Pasado el tiempo, mucha gente me comentaba lo divertidos que eran, lo bien que se lo pasaban con ellos, etcétera, etcétera. Hasta que a alguien –a estas alturas ya no estoy seguro de si fue Jaume Vaquer o Vicente García, ambos de Dolmen; gracias, chicos– se le ocurrió preguntarme si no habría forma de recuperarlos y hacer aventuras con ellos. A partir de ahí puse la maquinaria en marcha. Incluso, para que no hubiera problemas, también lo consulté con Ediciones B –o quizá fuera todavía Bruguera, lo de las fechas lo llevo muy mal– y con Jan, del que tengo una carta reconociendo que los personajes me los inventé yo y que, por tanto, puedo hacer con ellos lo que me plazca.

Para el gran público, sin embargo, el Supergrupo seguía desaparecido. Aunque la idea hubiese surgido dentro de Dolmen, fue un editor de la desaparecida Glénat, Hernán Migoya, el que anunció unos años después un nuevo álbum con estos personajes, con guion de Pérez Navarro y dibujado por Sergi San Julián imitando el estilo de Jan. Poco tiempo después el dibujante desapareció por motivos personales «Su mujer se había quedado embarazada y, con un rorro en camino, prefirió aceptar una oferta de trabajo seguro para Alemania», comentó Navarro en una entrevista). Su sustituto fue Nacho Fernández. Con él, el álbum salió adelante con el título de El superretorno (2012), publicado por la también desaparecida EDT.

La versión de Nacho Fernández en El superretorno.

PV: ¿Cómo es posible que hasta el año 2009 no se hubiese anunciado ningún proyecto protagonizado por el Supergrupo? Quiero pensar que no es porque varias editoriales hubiesen rechazado la idea…

FPN: Esto ya te lo he respondido un poco en la pregunta anterior. Yo estaba liado en mil cosas –aunque por ahí he leído que desaparecí una porrada de años– y no pensé en el Supergrupo hasta que me encendieron la bombilla.

De hecho, tras el cierre de EDT, ofrecí al Supergrupo a varias editoriales que dijeron: «Sí, sí, nos interesa mucho», sabiendo que vendió más de 2.000 ejemplares. Pero a unos precios irrisorios que, según parece, se han vuelto más o menos «normales» en la industria hoy día. 2.000 euros por el álbum completo, guion, lápiz, tinta y color, más portada. Si descontamos mi parte de guionista, ¿qué le queda al dibujante? ¿Menos de 40 euros la página? No, gracias. Por ese precio no embarco a ningún dibujante en un proyecto tan largo.

La página de prueba de Sergi San Julián.

PV: ¿Te pregunto sobre Sergi San Julián o es un tema delicado?

FPN: No, no lo es. ¿Por qué iba a serlo? San Julián es un tío estupendo y un dibujante magnífico. Su único problema es –o era, que hace tiempo que no lo veo ni hablo con él– que desaparecía durante largas temporadas, permanecía incomunicado, y claro, eso suponía todo un problema de cara al editor. Espero que los años y la responsabilidad de la paternidad le hayan cambiado. Si es así y se mostrase interesado, no tendría ningún problema en trabajar con él.

PV: Cuando EDT publicó El Superretorno la editorial estaba en una situación complicada, a punto de quebrar, así que me imagino que es difícil valorar cómo fue recibido ese cómic. Lo que está claro es que el álbum creó un eco mediático que demostró que los personajes seguían interesando a los lectores. ¿Ediciones B se puso en contacto contigo a raíz de El Superretorno, o ya habíais hablado antes sobre este tema?

FPN: También he comentado ese tema en múltiples ocasiones… ¡me horroriza repetirme! Coincidieron bastante en el tiempo el encargo de Glénat y el 40º aniversario de Superlópez, cuando a Ediciones B, viendo el declive de las ventas de Superlópez, se le ocurrió la idea de reunirnos de nuevo, a ver si sonaba la flauta. Y sonó. De Otra vez el Supergrupo (2013) hicieron tres ediciones, lo que llevó a la propuesta de hacer una nueva «reunión» anual que ha seguido… hasta hoy.


Esta reunión anual se tradujo en que uno de cada tres nuevos álbumes de Superlópez de los últimos años ha contado con la presencia de estos personajes. A Otra vez el Supergrupo le siguieron cuatro álbumes más: El Supergrupo y la guerra de las latas (2013), El Supergrupo contra los Demoledores (2014), El Supergrupo contra los Ejecutivos (2015) y El Supergrupo contra el Papa Cósmico (2016).

PV: En los álbumes del Supergrupo dibujados por Jan hay más humor y acción que en sus guiones habituales, pero también hay un interés por hablar de temas sociales: los recortes en sanidad, el hotel ilegal de la playa de El Algarrobico, las tarjetas black, el rescate a las cajas de ahorro… ¿Te pusieron condiciones para los guiones, como por ejemplo imitar el tipo de cómics que está haciendo Jan en los últimos años?

FPN: No me pusieron ninguna condición. En absoluto. Eso va con el talante, la conciencia o las motivaciones de cada uno. Lo que pasa es que no me olvido de que para mí –recalco, para mí– los álbumes han de ser divertidos, y por eso intento «endulzar» los temas con humor. Creo que así «entran mejor».

PV: En El Supergrupo contra los ejecutivos me ha sorprendido ver una frase en la que te adelantabas al «Es el mercado, amigo» de Rodrigo Rato. ¿Son tan previsibles los villanos del mundo real?

FPN: Los villanos del «mundo real» son absolutamente previsibles… para lo negativo. Cualquier aspecto positivo hay que arrancárselo con pinzas y no ceden hasta que no les queda más remedio, hasta que ven asaltadas –metafóricamente– las puertas de su Palacio de Invierno. ¿Alguien puede creerse las últimas propuestas de la patronal de los empresarios?… ¡Son directamente vergonzosas!

¿Crees en las casualidades? En El Supergrupo contra los Ejecutivos, su líder se convierte en el presidente del Superbanco, presume de usar tarjetas black y es acusado de alzamiento de bienes y blanqueo de capitales.

PV: Se empezó a rumorear que no habría más álbumes de Superlópez con el Supergrupo cuando se vio que Jan no los mencionaba en las entrevistas que le han hecho con motivo del cartel para el Salón del Cómic de Barcelona de este año. ¿Cómo ha sido el final de esta colaboración? ¿Ha tenido algo que ver la compra de Penguin Random House? Veo que Jan va a colaborar en el nuevo álbum, no sé si está relacionado.

FPN: Ha sido decisión personal e intransferible de Jan. ¿El motivo?… No lo sé. Tuve que enterarme por la editorial que, me repito, no estaba de acuerdo con su decisión, pero… intenté averiguar los motivos cuando nos vimos por primera vez después de enterarme –fue en la presentación del libro dedicado a los 100 años del TBO–. Me preguntó si estaba enfadado y le respondí que «Sí, claro». Y antes de poder decirle que era porque las formas no me habían gustado, que podría habérmelo dicho él en persona, me dio unos golpecitos en el brazo, sonrió, se dio media vuelta y se alejó, dejándome con la palabra en la boca.

PV: Ominiky Ediciones acaba de anunciar la publicación de un nuevo álbum de estos personajes, Las 8 caras del Supergrupo. ¿Qué nos puedes contar de él? ¿Cómo ha sido juntar a tanto dibujante y a una editorial en este proyecto?

FPN: Eso tendrías que preguntárselo a Óscar Martín. Alentado por las enormes colas que veía en las firmas del Salón de Barcelona y la próxima realización de una película en dibujos animados del Supergrupo, me propuso hacer un álbum. Él se encargó de contactar con casi todos los dibujantes –de Jan y de Sempere, entre otros, me encargué yo mismo–, seleccionarlos y poner el proyecto en marcha… y supongo que a fecha de hoy sigue haciéndolo.

PV: ¿Has podido aprovechar el último guion que le ibas a entregar a Jan?

FPN: De momento, el guion es uno más de los que están guardados en el cajón –mentira cochina, porque ahora se guardan en el disco duro del ordenador, pero bueno, ya nos entendemos…–; veremos lo que hago en el futuro.

PV: Más allá de este álbum, ¿hay intención de sacar más cómics de estos personajes? Por lo que veo en las primeras páginas de La guerra de las latas, imagino que publicar una novela gráfica no estaría entre esos planes.

FPN: ¡Oh, no! ¿Entramos en la polémica interesada de lo que es o debe ser una «novela gráfica»? No, gracias.

Los problemas en La guerra de las latas empezaron de la manera menos esperada.

PV: En los álbumes más recientes del Supergrupo has ido colando referencias a tramas y aspectos de la situación actual del cómic de superhéroes. Es decir, imagino que sigues al tanto de todo lo que publican en Estados Unidos. ¿Cómo valoras la situación actual de Marvel y DC? ¿Hay alguna colección o personaje que te tenga enganchado en particular?

FPN: Sigo, sigo al tanto de lo que se publica en Estados Unidos, superhéroes y lo que no son superhéroes. Y lo que se publica en Francia. Y lo que se publica en España. Y… o procuro estarlo, que a veces es muuuuy difícil seguir las idas y venidas de los personajes, las resurrecciones y demás zarandajas. Y no doy nombres –de colecciones o personajes– porque no acabaríamos nunca. Me gusta la historieta. Demasiado.

PV: Y también, como lector de superhéroes de toda la vida, ¿estás satisfecho con las series y películas de superhéroes que están saliendo? ¿Tienes alguna favorita y alguna que te haya decepcionado?

FPN: ¿Satisfecho? Sí y no. Para mí tienen un problema. Pueden estar muy bien hechas –y la mayoría lo están–, pero me dejan un regusto a «Esto ya me lo sabía». Me limito a disfrutar de los efectos especiales. La culpa es mía, claro, por ser un listillo con muchos años de lectura a cuestas. La peli que más me impactó en su momento –quizá por la novedad– fue la primera de Los Vengadores. Y la peor –y soy consciente de que puede levantar polémica– es Wonder Woman. Sé que ha gustado, que ha arrasado, pero no he visto ninguna con tantas inconsistencias y absurdeces como ésa. Y que conste que no es porque se trate de un personaje DC.

Bea Tormo

PV: Al hilo de este tema, la película de Superlópez está a la vuelta de la esquina, con Dani Rovira en el papel protagonista. ¿Has fantaseado con la posibilidad de una película del Supergrupo? En su momento Víctor Mora dijo que sólo se imaginaba a Bud Spencer como Goliath y Jan comentaba que para Superlópez él tenía en mente a un actor tipo Woody Allen. ¿Te animas a proponer los nombres del director y los actores de una película del Supergrupo?

FPN: No me atrevo, no. Hubo un momento en que tuve en la mano dos propuestas. Una para hacer una peli de dibujos animados –como he dicho antes–, y otra con personajes reales. Es más, en la peli de Superlópez iban a colocar una secuencia post-créditos –al estilo Marvel– presentando al Supergrupo. Pero como me lo propusieron cuando ya había firmado un contrato por los dibujos animados, la idea quedó en suspenso. De vez en cuando me llaman para ver si el proyecto de dibujos sigue adelante o no.

PV: Para acabar, ¿crees que el Supergrupo necesita un jefe?

FPN: Yo no, pero el Capi y el Bruto no estarían de acuerdo… como siempre.

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