Antes de Dani Rovira: ‘La gran superproducción’ de Superlópez que nunca existió



La película de Superlópez ahora es una realidad, pero en cierto modo llega con 15 años de retraso. Entre 1999 y 2003 ya estaba en marcha la primera adaptación de esta supermedianía de la mano de un productor y dos guionistas en aquel momento desconocidos. Dos incógnitas rodean a este proyecto: ¿Cómo podría haber sido aquella película? ¿Y por qué no salió adelante?


«Para mí, esto es como una ex novia», me explica Nico Matji, productor. «Ahora le tienes cariño, pero me hizo tanto daño que no tirara adelante que he estado 16 años sin “mirar las fotos”, sin releer el material que generamos». Para Gorka Magallón, guionista, tampoco fue agradable que se cancelase: «Hay que poner distancias en este proceso para proteger tu corazoncito». Quien le busca el lado positivo es Mariano Baselga, guionista: «Fue nuestro primer contrato de guionistas y una experiencia cojonuda», a pesar de que, por supuesto, también «fue un palo».

Han pasado 15 años de todo aquello y la situación de cada uno ahora es muy diferente a la de entonces. Nicolás Matji se ha especializado en producir animación a raíz del éxito de los cortos y películas de Tadeo Jones. La primera de estas películas, Las aventuras de Tadeo Jones (2012), recibió el Goya al mejor guion adaptado, un guion en el que colaboró Gorka Magallón, que también ha escrito en series como Los hombres de Paco (2005-2010) —a la que se le tiene cariño en esta santa casa, por cierto—, Los misterios de Laura (2009-2014) y El internado (2007-2010). En esta última, Mariano Baselga trabajó como co-productor ejecutivo, por lo que fue uno de los responsables de que la serie atrajese a una gran audiencia semana a semana y de que ganase un buen puñado de premios.

La madre de Superlópez enseña a la supermedianía a volar. Concept art de la película dibujado por Carlos Cuenca.

Entre los mayores logros de ellos tres hay éxitos de taquilla, líderes de audiencia e incluso series que han tenido un remake extranjero. Viendo lo lejos que han podido llegar, nos podemos preguntar qué habría pasado si hubiesen podido hacer la película de Superlópez en la que estuvieron trabajando entre 1999 y 2003.

La génesis de la película de Superlópez

Actualmente las películas de superhéroes se planifican y discuten en despachos, pero en 1991 quien tenía la idea adaptar Superlópez al cine era sólo un chico de 17 años que iba andando al colegio. «Mi lógica era», me dice Nico Matji, «que por qué los americanos adaptaban sus personajes de comic a cine de imagen real pero en España no lo hacíamos». Matji me pone un ejemplo de aquellos años, la película de Spiderman que James Cameron podría haber llegado a dirigir y que los aficionados como él se morían por ver.

El ataque de moscas tse tse durante el partido Parchelona-Fespañol. Concept art de la película realizado por Carlos Cuenca.

«Nico siempre creyó que Superlópez tenía mejor traslación al cine y creo que tenía razón», comenta Mariano Baselga. El propio Matji me lo argumenta: «Mortadelo y Filemón me parecían una movida espantosa. ¿Cómo hacíamos los disfraces y las transformaciones de Mortadelo de manera creíble? Zipi y Zape me parecían un pelín antiguos. Para Anacleto, agente secreto ya teníamos al Superagente 86». En la lista quedan cada vez menos opciones: «De Superlópez se puede hacer una peli. Una peli de un tío que llega a su casa después de salvar el mundo y pone el traje de superhéroe a lavar. Además, podríamos contar las superhazañas  a través de las noticias del telediario».

«En el año 1997 la idea volvió a mi cabeza. Estaba a punto de acabar la universidad y era el momento de tomar las riendas de mi vida», continúa Matji. «Además, dos años antes se había estrenado El día de la bestia y había descubierto, como tantos españoles, a Santiago Segura, al cual le pegaba como anillo al dedo el papel de Escariano Avieso. En 1999 le eché morro, y con un dinero que me habían dado mis tías por acabar la carrera y todo el historial cinematográfico de mi padre, llamé a la Ediciones B y les expuse que nuestra productora, Xaloc PC, quería llevar adelante la adaptación cinematográfica de Superlópez».

Max Mordon, el villano insomne, y el profesor Escariano Avieso. Concept art de la película realizado por Carlos Cuenca.

Había llegado el momento de buscar guionistas. Los elegidos fueron Gorka Magallón y Mariano Baselga, que en aquel momento eran dos jóvenes estudiantes de guión sin un currículum que les avalase. ¿Por qué ellos y no otros? En palabras de Magallón, «Nico se gastó un dineral en los derechos del personaje y no podía pagar un profesional para desarrollar el guión, así que le preguntó a su padre, Manolo Matji, profesor de guión de la ECAM, si tenía algún alumno espabilado». «Con esos materiales», continúa Matji, «me presenté en Sogecine, la productora más importante en España en aquellos momentos, y firmamos un contrato de desarrollo conjunto».

La importancia del bigote

«Un febrero por la mañana, lunes naciente…» Con esta icónica frase empieza el que muchos aficionados (entre ellos también Matji) consideran el mejor álbum de Superlópez: La semana más larga (1981). En él, el científico Escariano Avieso construye un rayo desintegrador con el que puede abrir agujeros perfectos en las paredes, con los cuáles puede cometer los robos que quiera. En un principio el guion iba a basarse en este cómic, pero después de varias reescrituras se fue perdiendo esa referencia.



El arranque de la película lo explica Magallón: «Juan López es un oficinista calzonazos que tiene una vida de lo más anodina. Un día se presenta su madre en casa para decirle que su padre ha muerto y por fin puede decirle que es un alienígena que llegó a la Tierra con un traje que le proporciona superpoderes. A la madre le hace mucha ilusión que su hijo se convierta en un superhéroe, pero nuestro protagonista no termina de verlo claro».

David Fraile, el administrador de la web ¡Cachis la mar! (antigua www.superlopez.net) tuvo en aquella época acceso a los primeros tratamientos y le convencieron: «Os puedo asegurar que es muy divertido, fiel al espíritu del cómic y que a los seguidores de Súper nos encantará». Hace unos años le pregunté qué recordaba de aquel primer tratamiento. Me explicó que el MacGuffin era el cuadro Verde N.º 5 (completamente rojo, porque el pintor era daltónico) que había sido robado a través de un agujero perfecto. Como parecía obra de alguien con superpoderes, se culpaba del delito a Superlópez. Había también una villana periodista llamada Lupita Berrocal, novia de Al Trapone, y Superlópez llegaba a inventarse una nueva identidad secreta, el conde rumano Lopescu.«Había una escena divertida (o a mí me lo pareció) en la que Jaime creía haber descubierto la personalidad secreta de López y le abría la camisa para mostrar el traje (“¡Sé cómo eres realmente!”). Sin embargo, éste ya se había deshecho de él y como le desnuda da la impresión de que se le estaba declarando», me explica.

Javier Cámara caracterizado como Superlópez. Ilustración de XCAR Malavida realizada para este artículo.

La tensión por el robo del cuadro crece en la ciudad de Parchelona hasta el punto de que se convoca una manifestación contra Superlópez, por lo que Juan López estalla y renuncia a su traje. Lo recoge de la basura un borracho al que han echado de su casa y del trabajo, pero al que no le da superpoderes: la fuente de estos no es sólo el traje, sino la combinación de bigote y traje. Para Magallón y Baselga, el encuentro de los dos habría sido un momento clave en la película: «Se encuentran dos personajes: uno que de verdad es Superlópez, pero que quiere dejar de serlo y otro que no es Superlópez, pero que le encantaría serlo, y los dos borrachos a las tantas de la madrugada…»

A todos estos problemas habría que sumarle que la relación entre Juan López y Luisa Lanas estaba a punto de dar un paso importante: «A López le viene de perlas cualquier excusa para escaquearse de su inminente boda», dice Baselga. ¿Pero por qué una boda en la película? «Uno de los cómics que teníamos de referencia era la boda de Superman», me explica Matji. «Lo que salía en nuestro guión, si no estaba en un cómic de Superlópez, estaba en un cómic de DC».

Santiago Segura caracterizado como Escariano Avieso. Ilustración de XCAR Malavida realizada para este artículo.

«Queríamos darles la vuelta a los tópicos del género de superhéroes en clave hispánica, algo descreída, desmitificando», dice Baselga. «Como el espíritu del cómic, vaya». En esencia, la película habría sido una comedia que acabaría con una importante escena de acción contra Max Mordon, el villano creado ex profeso para esta película (y cuyo nombre acabó siendo reutilizado en Las aventuras de Tadeo Jones, por cierto). Sería un enfrentamiento final en el que López, que había renunciado a su traje y sus poderes, tendría que salvar el día. Como explica Matji: «Era esencial que López salvara el mundo, en detrimento de Superlópez».

¿Entonces, esa habría sido la película más o menos? «Con siete tratamientos, imagínate… Siete posibles películas», me dice Matji. «Todo lo que te hayan contado posiblemente se manejó en algún momento».

En busca del equipo perfecto

El Gran Wyoming caracterizado como inspector Hólmez. Ilustración de XCAR Malavida realizada para este artículo.

Desde que los aficionados supieron de este proyecto, se empezó a debatir sobre cuáles serían los actores ideales para los personajes. En los corrillos de internet se proponía, por ejemplo, a Santi Rodríguez, Imanol Arias o Antonio Resines como Superlópez, a Neus Asensi, Leonor Watling o Natalia Verbeke como Luisa Lanas, y a Gabino Diego o Quique San Francisco como Jaime González. El creador del personaje, Jan, también tenía sus preferencias: «Mi actor preferido para Superlópez sería Woody Allen, pero ya sé que no querría». Como directores, los nombres más habituales eran de primera fila: Javier Fesser y Álex de la Iglesia. ¿Tenían en Xaloc ideas parecidas?

Para interpretar a Superlópez, Magallón bromea con que «el mejor casting entonces era Aznar». «Aznar cuando tenía bigote, antes de su momento vigoréxico, ojo» apostilla Baselga. Pero Matji confiesa el verdadero elenco con el que soñaban los tres: «Javier Cámara como Superlópez, Candela Peña como una posible Luisa Lanas, Juan Echanove o Javier Gurruchaga como Al Trapone, Santiago Segura o Juan Tamariz como Escariano Avieso, y el Gran Wyoming como el Inspector Hólmez».

Para ocupar la silla del director se pensó en autores como Álex de la Iglesia o Juanma Bajo Ulloa. Sin embargo, la primera opción que Matji tenía en mente no pudo unirse a ellos: «Mi candidato ideal era Javier Fesser, ya que el universo visual de El milagro de P. Tinto me había impresionado mucho. Me dijo que “Gracias, pero no”, porque estaba trabajando en un proyecto similar». El éxito de La gran aventura de Mortadelo y Filemón (2003) al menos demostraba el buen ojo al haber pensado en él.

Intercambiando ideas con Jan y los lectores

«La relación de Nico con Jan era muy buena. Fue muy amable», explica Magallón. Aunque Jan insiste en que no quiere interferir en las adaptaciones, en un primer momento sí que hizo algunas aportaciones al primer tratamiento del guion. Por ejemplo, no estuvo conforme con mostrar a Juan López emborrachándose en un bar, por lo que los guionistas sustituyeron el alcohol por Trinaranjus. Tampoco le pareció conveniente que el villano alimentase a su tiburón mascota con delfines porque podría impresionar demasiado a los niños.


Descarga aquí un extracto del guion de Superlópez de Mariano Baselga y Gorka Magallón.

«Creo recordar que su principal objeción era Luisa Lanas. Nosotros le habíamos dado un arco dramático para que no fuera tan tóxica», dice Magallón. Es un aspecto que él mismo ya reivindicaba en el año 2000: «De lo que más orgulloso estoy de esta historia es de haber sido capaz de darle una vuelta a un personaje que en el cómic, yo creo, está un poco infrautilizado y está un poco apartado: el personaje de Luisa Lanas. Yo creo que le hemos conseguido dar a Luisa una entidad que por un lado respeta lo que es el personaje de cómic, que es esa mujer histérica y absolutamente egomaníaca y totalmente castradora, que siempre está detrás de López para que le haga caso, y al mismo tiempo le hemos conseguido dar la suficiente inteligencia, la suficiente lucidez como para ser la única que adivina la vida secreta, la vida oculta que tiene López, y ser lo suficientemente lista y lo suficientemente generosa como para respetarla».

Además de las sugerencias del autor, se quiso escuchar también a los aficionados. Para eso el productor se dirigió a una de las webs dedicadas este personaje. «Nico Matji se puso en contacto conmigo (mirando fechas, debió de ser en marzo de 2000) con la idea de promocionar el desarrollo de la película», me comenta David Fraile. «Quedamos y me explicó el primer guión, me fue dando información para ir colgándola en un apartado de la web, como videos, las noticias que iban surgiendo, el historial de la productora, etcétera». Junto con esta información, la web ofrecía también una dirección de email para lanzar sugerencias a la productora.

Candela Peña caracterizada como Luisa Lanas. Ilustración de XCAR Malavida realizada para este artículo.

«Los mensajes llegaban con cuentagotas. Con el cuentagotas de los fans que se metían en la web de www.superlopez.net.», me explica Matji. ¿Llegó alguna rareza entre esos pocos mensajes? «Recuerdo uno que decía que José Sacristan sería un superlopez estupendo». ¡A saber! Pero también se recibieron emails que tuvieron consecuencias importantes: «La gran rareza, y un maravilloso golpe de suerte para ambos, fue un fan de Superlópez que hacía cortos de animación y que los colgaba en Internet se moría por participar haciendo lo que fuera en la película. Se llamaba Gato, Enrique Gato».

Superlópez contra el robot de bolsillo

Trasladémonos a octubre de 2003, cuando todavía faltaban dos años para que naciese YouTube. En aquel momento si querías ver un vídeo por internet tenías que descargártelo, y los que todavía teníamos módems de 56K tuvimos que armarnos de paciencia con un archivo .AVI de 33 MB muy especial: casi tres minutos en los que el animador Enrique Gato había volcado en sus ratos libres su pasión por Superlópez. Carteles del PACU sacados de Los cabecicubos (1981), anuncios de estufas de butano de Los alienígenas (1980), una cabina telefónica con una ilustración del robot Chiclón… Hasta se veía a un Superlópez con pupilas rojas y los chinchones tal como los dibuja Jan. Y más que eso, el personaje se movía tridimensionalmente de una manera inédita, con una velocidad, giros y detalles que no se pueden reflejar en una página de cómic.


La experiencia de Enrique Gato en el mundo de la animación se reducía a su trabajo en la ahora desaparecida Pyro Studios, la compañía de videojuegos que había desarrollado la saga de Commandos (1998-2006). Aunque su corto se viralizó muy rápido y hasta apareció en programas de televisión de zapping, él mismo le quitaba importancia. Era sólo un capricho comparado con otro corto que quería sacar adelante: «Mi mayor interés está en terminar Tadeo Jones», decía. «Tengo muchas esperanzas de que se convierta en algo realmente curioso de ver». Le quedó algo tan «curioso de ver» que acabó recibiendo 65 premios nacionales e internacionales, entre ellos el Goya al mejor corto animado.

Tadeo Jones se ha convertido en uno de los personajes de animación más importante del cine de animación español, así que es inevitable que nos hagamos esta pregunta: ¿podría haber sido Superlópez un dibujo animado? «Siempre me la imaginé como una película de imagen real. Es curioso porque hoy en día, básicamente, soy un productor de animación», me dice Matji.

El final del contrato

Juan Echanove caracterizado como Al Trapone. Ilustración de XCAR Malavida realizada para este artículo.

«Cuando Enrique Gato me contactó, no había corto de Superlópez aún», dice Matji. «Quizás lo estaba haciendo, pero tardó un poco en enseñármelo. Cuando lo hizo, le pedí que no lo aireara todavía porque estábamos intentando renovar los derechos de Superlópez con Ediciones B. Era tan bueno que podría cambiarles el chip por completo y dar al traste con la renovación.  Al final sólo fue un retraso de diez días…»

Hasta ese momento se habían escrito siete tratamientos diferentes y tres versiones del guión, pero no se había podido avanzar más. Por una parte, Nico Matji tuvo que hacer frente a los cambios internos de Ediciones B: «Echaron a Blanca Rosa Roca, la Directora de Ediciones B y pusieron a un tío de cuyo nombre ni me acuerdo que no me daba ni la hora». Cansado de no recibir respuestas, Matji les mandó un burofax, un gesto que cabreó al Grupo Zeta, dueño de Ediciones B, porque en caso de juicio serviría como prueba. «Es como enseñar los dientes cuando te enfadas».

Concept art de la película dibujado por Carlos Cuenca.

A esta mala comunicación se juntó el fin de la guerra entre las plataformas digitales, una guerra que había desgastado económicamente tanto a Prisa como a Telefónica. «Con la fusión de Canal Satélite Digital y Vía Digital se cortó el grifo en Sogecine». Un dato más: La gran aventura de Mortadelo y Filemón se había convertido en el mayor éxito del cine español de ese año, con casi 5 millones de espectadores. Ante ese resultado, el Grupo Zeta quiso encargarse de esta película. «Antonio Asensio [el hijo del fundador del Grupo Zeta] siempre tuvo en la cabeza adaptar los personajes de Bruguera a largometraje. Nosotros nos adelantamos, así que lógicamente cuando venció nuestro contrato no quisieron renovarnos».

«En aquellos momentos yo pensaba que los emprendedores ganaban siempre», dice Matji. «Y, sin embargo, veía como algo en lo que había puesto cuatro años de mi vida se me escapaba». Por eso, cuando la opción de compra estaba a punto de expirar, intentó salvar el proyecto con un golpe de efecto: «Hablé con Alex de la Iglesia y con Santiago Segura. Recuerdo que Santiago, vestido con su camisa de Pedro Picapiedra, me preguntó que por qué tenía que apoyarme y yo le dije lo siguiente: “Cuando se te acaben los Torrentes y ya no sepas que hacer, siempre podrás hacer Torrente contra Superlopez”. Aquello le shockeó… pero los comics de Batman contra Superman ya existían y no me parecía descabellado, y me lo sigue sin parecer».

Concept art de la película dibujado por Carlos Cuenca.

Los conceptos de crossover y universos compartidos no eran una rareza en la industria audiovisual, pero eran mucho más habituales entre los aficionados a los cómics. «Eran ideas de ese mundillo que yo veía y tomaba». Se puede ver como una señal de que Matji se estaba anticipando a las modas. En 1999, con el recuerdo demasiado reciente de la terrible Batman y Robin (1997) y cuando todavía no se habían estrenado X-Men (2000) ni Spider-Man (2002), el género de superhéroes era una rareza con una calidad media de serie B y sin tanto interés mediático. Sin embargo, casi veinte años después, el ritmo del cine comercial lo están marcando Marvel y sus superhéroes. «Visto lo que ocurrió a continuación en el panorama cinematográfico internacional, no es arriesgado decir que [no hacer la película] fue una cagada bastante gorda», dice Magallón.

Fue una decepción que todo el trabajo de este productor y estos guionistas no fuese a ninguna parte, pero eso no significa que tengan algún rencor contra la adaptación protagonizada por Dani Rovira y Alexandra Jiménez. «Tengo muchísimas ganas de verla», dice Matji. «Además, me parece que la elección del director, los guionistas y el casting es tremendamente acertada y no tengo ninguna duda de que va a ser un peliculón». Magallón y Baselga son igual de entusiastas, tanto que este último espera que sea «la primera de una trilogía, por lo menos». Baselga añade un cumplido para el director: «La situación de los guionistas en el cine español está cambiando poco a poco, gracias, entre otros, a directores como Ruiz Caldera que no tiene ningún problema en dirigir (y estupendamente) guiones de otros».

Ilustración de XCAR Malavida realizada para este artículo.

Desde que aquel noviembre de 2003 han pasado quince años en los que cada uno se ha ido abriendo su propio camino dentro de la industria audiovisual. Gorka Magallón acaba de terminar el guión de la película de Los Lunnis, mientras que Mariano Baselga está con varios proyectos de series para el mercado internacional. Nico Matji tiene entre manos varios proyectos prometedores, pero dedica casi todos sus esfuerzos a la siguiente película de Tadeo, el personaje que tantas recompensas les ha dado a Enrique Gato y a él. La primera película de ambos podría haber sido la adaptación del personaje creado por Jan, pero como me dice Nico, «con Tadeo encontramos nuestro hueco en el mundo».


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