La crisis y las burbujas económicas vistas por Superlópez


Lo que más me gustó de Simiocracia (2012), de Aleix Saló, es que era un primer acercamiento amable a la maraña económica actual, muy accesible para todo tipo de lectores. Después de leerlo me sorprendí cuando releí algunos de los últimos cómics de Superlópez e hilé el contenido económico que había dentro de ellos. Se trataba de álbumes con una crítica social que en su momento no me interesaba (las hipotecas) o no entendía (las burbujas económicas, las hipotecas subprime). El mensaje ya estaba ahí y yo ya había leído sobre estos temas antes de acercarme a Simiocracia.

Hipotecarión (2007).

En realidad estos álbumes están muy separados en el tiempo, pero podemos imaginar que Jan los dibujó uno detrás de otro, como si fuesen una historia que sigue de álbum a álbum. Si esto fuese así, en un primer momento Jan crea como prólogo La feria de la muerte (2006) en el que habla de las burbujas económicas, de cómo un país puede echar a perder su economía a largo plazo cuando invierte sin control en una única industria. La moraleja de este álbum se puede aplicar tanto a la burbuja inmobiliaria (ya se habían hecho guiños a la construcción ilimitada en Las montañas voladoras, 2004, y en En busca del templo perdido, 2007) como a las carreteras de peaje, campos solares, etcétera.

En el siguiente álbum se centra en la burbuja inmobiliaria de Hipotecarión (2007), una fábula futurista en la que las grandes empresas ya no influyen en el gobierno de los países, sino que los dirigen directamente; las hipotecas se alargan varias generaciones y el valor de cada persona se reduce únicamente al dinero que tiene.

Toda la edificación incontrolada de ese álbum es financiada a golpe de créditos concedidos a gente que no los puede pagar, es decir, hipotecas basura que son explicadas en ¡A toda crisis! (2009). Los prestamistas consiguen dinero a partir de la venta de activos sin valor, en este caso de hipotecas imposibles de cobrar.

La feria de la muerte (2006)

Se podría comparar el argumento de este álbum con el de Obélix y compañía (1976) de la colección de Astérix. En los dos casos se analiza el funcionamiento del sistema capitalista, alzas y bajas, oferta y demanda… La burbuja de la fábrica armamentística se produce cuando unos extraterrestres que quieren invadir la Tierra descubren que sus armas y sus naves se oxidan en nuestra contaminada atmósfera. Por ello se dedicarán a comprarnos a nosotros nuestro propio armamento. Gracias a ello, se mantendrán en funcionamiento las fábricas de todo el planeta durante unos años. La economía se pone en marcha, baja el paro, la gente consume y los jóvenes pueden comprarse un piso, pensar en los niños, etcétera.

Todo esto se viene abajo en cuanto la invasión tiene lugar. Cuando Superlópez derrota a los invasores termina la compra de armas. La burbuja armamentística estalla y de nuevo el país se hunde en la crisis y el paro. Los ciudadanos salen a la calle a pedir trabajo y los políticos, en vez buscar una solución inteligente, intentan resucitar de nuevo ese mercado sin futuro: se preguntan si hay otros planetas que estén interesados en invadir la Tierra para venderles nuestras armas.

La gente pide trabajo pero el ministro Bono piensa en otras cosas. La feria de la muerte (2006).

Hipotecarión (2007)

Superlópez visita en un sueño un planeta obsesionado con la construcción. Los edificios se apilan unos junto a otros sin que nadie se de cuenta de que el planeta está rodeado por una burbuja que algún edificio demasiado alto podría llegar a estallar. Los albañiles que trabajan en ellos apenas ganan lo suficiente para pagar las hipotecas de sus abuelos mientras viven apiñados en pisos minúsculos. Después de haber pasado años gobernando en las sombras, aquí los bancos (finalmente fusionados en uno solo) ya han sustituido a los líderes democráticos. Y por supuesto, si no puedes pagar una hipoteca se te embargará, desahuciará y se te tirará al cubo de basura.

 Los ricos necesitan que haya pobres para mantenerse. Hipotecarión (2007).

¡A toda crisis! (2009)

Juan López por accidente recibe un paquete de hipotecas basura o subprime. Poco a poco va descubre en qué consisten estos créditos concedidos a personas sin solvencia o que son imposibles de cobrar por otros motivos. Un grupo de listos de hacen de oro vendiendo estos productos sin valor a pequeños inversores. En este cómic ese listo es el gobernante de Djebana, un país ficticio del norte de África, que lo necesita para comprar armas.

¡A toda crisis! (2009).

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